¿Cómo saber qué colores nos favorecen? (I)

Creo que todos hemos tenido alguna vez un jersey (o camisa, o camiseta) de un color que no nos favorecía. Y, cuando lo llevábamos puesto, siempre alguien nos preguntaba si habíamos dormido mal o si habíamos estado enfermos. En mi caso, recuerdo que, hace años, una amiga me miró fijamente, hizo una pausa y dijo: “definitivamente, el blanco no es tu color”. El blanco. El color más combinable de todos. Y lo peor es que mi amiga tenía razón.

Siendo más positivos, seguro que todos también hemos vivido la situación contraria: una prenda de un color que nos favorece, que nos ponemos mucho porque nos gusta el aspecto que tenemos con ella puesta.

Pues resulta que hay una herramienta de estilismo llamada análisis de color personal que sirve para encontrar la paleta de colores que resulta más armoniosa o favorecedora para cada persona. Y esa paleta contiene muchísimos colores. Así que aplicar esa técnica nos sirve para ahorrarnos el trabajo de prueba y error que describo al principio, y que solamente nos lleva a deducir si un único color nos queda bien o mal.

Y, ¿en qué consiste el análisis de color personal? La respuesta no es fácil, porque hoy en día hay varias escuelas que aplican distintas metodologías. Incluso hay artistas que se dedican a ello, y, además de aplicar técnicas muy sofisticadas, se sirven de su intuición para los colores. Sin embargo, hay unas nociones básicas en las que todos están de acuerdo, y también hay un modelo sencillo y práctico llamado teoría del color de las 4 estaciones que puede ser de gran ayuda.

Las nociones básicas acerca del color en las que todos los analistas están de acuerdo fueron propuestas en las primeras décadas del siglo pasado por Albert Henry Munsell¹, un pintor y profesor de arte estadounidense. El sistema de Munsell tuvo mucho éxito, y se aplica hoy en día en campos tan diversos como el arte, la ciencia y la técnica². Munsell descubrió que los colores, tal y como los percibimos, se pueden definir mediante 3 cualidades o dimensiones, que son:

– El tono o matiz: se refiere al “color puro”, a lo que llamamos, por ejemplo, verde amarillento, verde, verde azulado, etc.

– El valor o luminosidad: se refiere a lo claro u oscuro que sea el color. Partiendo de un color puro, lo aclararemos si le añadimos blanco, y lo oscureceremos si le añadimos negro.

– El croma o saturación: se refiere a lo puro que sea el color. Partiendo de un color puro, podemos bajar la saturación añadiéndole gris.

En la siguiente imagen se muestra la variación de cada una de las dimensiones de color según Munsell. Notar que las dimensiones del valor y del croma no son independientes: si nos fijamos en la dimensión del valor en el diagrama veremos que, al oscurecer un color puro, reducimos su croma, volviéndolo más suave. De la misma forma, si aclaramos un color puro, también lo volveremos más suave.

En el análisis de color personal, las 3 dimensiones del color suelen tener solamente 2 valores posibles:

– El tono de un color puede ser cálido o frío. Se consideran fríos los colores que van desde el verde hasta el magenta (ver imagen anterior), y, en general, los colores a los que se ha añadido un matiz azulado. Se consideran cálidos los colores que van desde el rojo hasta el verde amarillento (ver imagen anterior), y, en general, aquellos colores a los que se ha añadido un matiz dorado o rojo.

– El valor de un color puede ser claro u oscuro.

– El croma de un color puede ser suave o brillante. Se suele decir, respectivamente, que el color está poco saturado o muy saturado.

Gracias a estas nociones podemos entender mejor la teoría del color de las 4 estaciones³. Dicha teoría dice que, globalmente, los colores de piel, pelo y ojos de cada persona tienen un tono o bien frío o bien cálido, y también un valor o bien claro o bien oscuro. Cada una de las 4 combinaciones posibles de estos valores se corresponden con la paleta de colores que está en armonía con esa persona y, además, con los colores aparentes de la naturaleza en las 4 estaciones del año.

Así, tendríamos:

– Los colores de la primavera, que son cálidos y claros.

– Los colores del verano, que son fríos y claros (ya que la luz del verano es muy intensa y hace que los colores parezcan deslavados).

– Los colores del otoño, que son cálidos y oscuros.

– Los colores del invierno, que son fríos y oscuros.

En la siguiente imagen se ilustran estas ideas.

Así, los colores que favorecen a las personas de armonía primavera son los que tienen su mismo tono y valor, es decir, los que son cálidos y claros. De igual forma, los colores que favorecen a una armonía otoño son cálidos y oscuros. Los colores que favorecen a una armonía verano son fríos y claros, y los que favorecen a una armonía invierno son fríos y oscuros.

De esta forma, la teoría de las 4 estaciones clasifica a las personas en 4 categorías distintas (primavera, verano, otoño e invierno) y propone una paleta de color distinta para cada una de ellas.

A veces las estaciones se representan en función del tono y del croma, en lugar del tono y el valor. Esto es posible porque, como dijimos, el valor y el croma están relacionados. En este caso, la primavera se corresponde con los colores cálidos y brillantes, el verano con los colores fríos y suaves, el otoño con los colores cálidos y suaves y el invierno con los colores fríos y brillantes. En la siguiente tabla se listan los valores de tono, valor y croma para cada una de las estaciones:

ESTACIÓN DE COLOR	TONO	VALOR	CROMA
PRIMAVERA	Cálido	Claro	Brillante
VERANO	Frío	Claro	Suave
OTOÑO	Cálido	Oscuro	Suave
INVIERNO	Frío	Oscuro	Brillante

Quedan bastantes cuestiones prácticas por resolver que veremos en entradas posteriores, como de qué forma puede averiguarse a cuál de las estaciones de color pertenecemos o cuáles son las paletas de color detalladas para cada una de ellas.

¿Habías oído hablar alguna vez del análisis de color personal o de la teoría del color de las 4 estaciones? ¿Crees que puede ser útil para seleccionar los colores de tu ropa? ¿Te gustaría saber más? Si te apetece, deja aquí abajo tu comentario.

REFERENCIAS

Los créditos de las fotos que aparecen en los paneles de la imagen de cabecera, de izquierda a derecha y de arriba a abajo, son:

Foto de Gábor Juhász en Unsplash

Foto de frank mckenna en Unsplash

Foto de Luca Bravo en Unsplash

Foto de Benjamin Voros en Unsplash

¹ Albert Henry Munsell, “A color notation”, G.H. Ellis Co (1905).

² Sally Cochrane, “The Munsell color system: a scientific compromise from the world of art”, Studies in History and Philosophy of Science 47 (2014), 26-41.

³ Carole Jackson, “Colour Me Beautiful”, Platkus Books (1983).