La regla de los tercios
Una de las razones por las que la foto de cabecera resulta atractiva es porque sigue la regla de los tercios1. Según esta regla, si dividimos una imagen en tercios, tanto horizontal como verticalmente, resulta muy estético tener líneas que coincidan con estas divisiones y también colocar detalles importantes en algunos de sus 4 puntos de corte, que se llaman puntos focales.
En el caso de la foto de cabecera, la línea de la falda de la modelo coincide con el final del tercio inferior, y la línea de sus hombros, con el inicio del tercio superior. Además, la base del cuello de la modelo y su rodilla más adelantada se encuentran en puntos focales. La regla de los tercios es tan habitual en fotografía que el software de las cámaras de fotos digitales suele incluir la posibilidad de dibujarla para ayudarnos a seleccionar el encuadre.
Además de en fotografía, la regla de los tercios2 se utiliza también en otras artes visuales como la arquitectura, la pintura y la escultura. Y también se usa en el ámbito de la moda.
La aplicación de esta regla en la moda es sencilla. Si dividimos el cuerpo humano en tercios en la dirección vertical, el final del tercio inferior queda un poco por encima de la rodilla, y la parte baja del tercio superior queda aproximadamente en la cintura. Cualquier prenda que presente un corte visible en una de esas partes cumple con la regla. Por ejemplo, en la siguiente imagen tenemos una chaqueta que termina un poco más abajo de la cintura, y además está entreabierta y deja ver el cinturón, marcando una línea horizontal en la zona del tercio superior. También tenemos el vestido de la modelo de la foto de cabecera, que termina por encima de la rodilla, lo que supone una línea en el tercio inferior.
Marcar una división en la zona de la cintura es una forma muy habitual de aplicar la regla de los tercios en moda. Esto se puede hacer añadiendo un cinturón o metiendo la prenda superior, o una parte de ella, por dentro de la inferior, lo que es un truco estilístico muy utilizado. Otra forma de marcar esta línea es haciendo que las mangas terminen cerca de los codos, bien porque se han remangado o porque se trata de mangas francesas.
Por otra parte, se puede aplicar la regla de los tercios sin tener que poner una línea en la cintura o encima de las rodillas: basta con que las líneas horizontales definidas por la ropa guarden una relación de 2/3:1 (o de 1/3:1). Por ejemplo, en la siguiente figura tenemos varios ejemplos en los que la línea que separa dos prendas de ropa se encuentra colocada a 2/3 (o a 1/3) de la líneas de los extremos.
En resumen, la regla de los tercios se utiliza de forma habitual en la moda, porque divide las imágenes en proporciones que resultan armoniosas para el ojo humano y, además, es muy sencilla de aplicar.
¿Conocías la regla de los tercios? ¿La has aplicado alguna vez? Si te apetece, deja aquí tu comentario.
REFERENCIAS
1 “Aprender fotografía”, Luis Castelo y Javier Calbet, editorial Ommpress (2018).
2 La regla de los tercios es una aproximación a la proporción aúrea, que es un cociente de longitudes de valor 1.618, cuyo inverso está próximo a 0.667, es decir, a dos tercios.
La imagen de cabecera ha sido publicada por Napat Saeng en Unsplash
El segundo panel de la segunda imagen y el primer panel de la tercera imagen han sido publicados, respectivamente, por Sonnie Hiles y Khalid Boutchich en Unsplash.
Las fotos de los paneles superior izquierdo e inferior derecho de la última imagen han sido publicados, respectivamente, por Joshua Koblin y Viktor Forgacs en Unsplash. La foto de los paneles superior derecho e inferior izquierdo ha sido publicada por Artem Maltsev en Unsplash.